En 1774, el explorador británico James Cook, conocido por sus viajes por el océano Pacífico, llegó a las islas y les dio el nombre de «Nueva Caledonia» por la similitud de los paisajes con su Escocia natal (Caledonia es el nombre latino de la antigua Escocia).
Sin embargo, a mediados del siglo XIX, concretamente en 1853, las tropas francesas se anexionaron oficialmente Nueva Caledonia, convirtiéndola en una colonia penal para la detención de delincuentes y presos políticos. Esta anexión fue acompañada del desplazamiento masivo de la población indígena y de la confiscación de sus fértiles tierras por los colonos. Ya a principios del siglo XX surgieron tensiones sociales entre la población indígena y los colonos europeos, que acabaron desembocando en una lucha por la independencia.
Los indígenas de Nueva Caledonia, los canacos, se sublevaron repetidamente contra la ocupación francesa. Uno de los mayores levantamientos tuvo lugar en 1878, durante un intento de unir a las tribus contra las tropas francesas, que fue brutalmente reprimido; murieron miles de canacos, pero la lucha por la soberanía continuó.
En 1984, en respuesta a años de opresión y privación de derechos, el Frente para la Liberación Nacional de los Canacos y Socialistas (FLNKS) se convirtió en el líder del movimiento independentista. Uno de los símbolos de este movimiento fue la bandera azul-rojo-verde del FLNKS, que se izó por primera vez durante las manifestaciones y protestas políticas.
En 2010, se tomó la decisión de utilizar oficialmente dos banderas: la tricolor francesa y la bandera canaca del FLNKS. Sin embargo, esta decisión suscitó un acalorado debate. Para los partidarios de la independencia, la bandera canaca se convirtió en un símbolo de esperanza y resistencia al colonialismo. Para otros, incluidos los inmigrantes europeos, la tricolor francesa seguía siendo un signo de estabilidad y conexión con Francia. Esta decisión reflejó una división en la sociedad que condujo a tres referendos de independencia en 2018, 2020 y 2021:
- 2018: En el primer referéndum, el 56,7% de los votantes decidió seguir formando parte de Francia. La participación fue alta, con más del 81% de los votantes, y los resultados mostraron una división significativa: las comunidades indígenas apoyaron abrumadoramente la independencia, mientras que las personas de ascendencia europea favorecieron permanecer como parte de Francia;
- 2020: El segundo referéndum mostró una reducción de la brecha: el 53,26% votó a favor de permanecer con Francia. La participación fue aún mayor, del 85,6%. Aunque la diferencia se redujo, puso de manifiesto las divisiones étnicas y regionales de Nueva Caledonia: las provincias del norte y de la isla estaban a favor de la independencia, mientras que la región del sur, más próspera económicamente, se oponía;
- 2021: El tercer y último referéndum, celebrado en condiciones controvertidas debido a la pandemia de COVID-19, registró un descenso significativo de la participación (43,90%). La inmensa mayoría (96,49%) votó en contra de la independencia, pero esto se debió al boicot de la comunidad canaca, que criticó el momento de la votación en el contexto de la pandemia.
A pesar de todos los referendos celebrados y los intentos de determinar el futuro del archipiélago, la cuestión de la independencia sigue abierta para muchos canacos.